En China, las matanzas de personas y de niños ya son común hace varias decenas de años, ni los miembros del Partido Comunista, están autorizados a tener más de un hijo. Las autoridades del partido comunista en la provincia de Hubei expulsaron a 500 militantes de sus filas por violar la política de hijo único, que rige en el país desde finales de los años setenta.
La política de control de los nacimientos empezó en 1979 con la intención de limitar el crecimiento de la población en China y equilibrar el uso de los recursos naturales entre sus 1.300 millones de habitantes, pero los métodos utilizados pasan a llevar todos los esquemas racionales de los derechos humanos.
La ley es más permisiva en las zonas rurales o habitadas por minorías étnicas, donde las parejas pueden tener un segundo hijo si el primer vástago no es varón, o si es discapacitado. sociedad que prestigia las familias con hijos varones, por la cual se ha extendido la práctica ilegal de abortos selectivos en función del sexo del embrión y el abandono de bebés niñas en el campo.
Las leyes de China, no van dirigida al beneficio propio de los ciudadanos, sino al beneficio del futuro del país, por encima de todas las normas humanas y sanitarias ya que tienen la obligación moral de esconder a sus hijos para que el estado no se los quite o simplemente le den muerte. Las políticas utilizadas son realizar cualquier acción para evitar la crecida del número de habitantes y densidad de sus ciudades considerando el abastecimiento que tiene ese gigante país, convirtiéndose en un país con decisiones totalmente utópicas e irracionales.
China no siempre esconde sus acciones criminales en contra de su población, sino al contrario la justifica, nombrando estas acciones realizadas positivas para el bien estar de su población actual, y pensando en el futuro, como gran potencia mundial.
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